En 1970, Alvin Toffler, escritor y futurista estadounidense, describió en su libro “Future Shock” (El Shock del Futuro) la palabra Infoxicación. Han pasado casi 50 años y este término relata a la perfección lo que está ocurriendo hoy en día. Gracias a las tecnologías tenemos al alcance de nuestras manos una cantidad ingente de información sobre cualquier cosa y al final no sabemos diferenciar entre datos de calidad y datos erróneos, incompletos o falsos.

Además, al estar Infoxicados se nos está olvidando escuchar. Tenemos todo lo que necesitamos en un dispositivo y creemos que las aportaciones de las personas no son realmente necesarias, y así es como caemos en el gravísimo error de no poner atención a las palabras del otro. Tenemos que volver a aprender a escuchar.

Hay cuatro niveles de escucha dependiendo de la atención que prestamos, según Otto Scharmer. Los líderes que se encuentran entre el primer y el segundo nivel, tienen difícil llegar a comprender las necesidades de la sociedad o de su negocio. ¿En qué nivel quieres estar tú?

Nivel 1

  • Predomina: nuestros hábitos y prejuicios.
  • Resultado: confirmamos los juicios que teníamos previamente.

Nivel 2

  • Predomina: la atención en los hechos y en la voz abstrayéndonos de nuestros prejuicios.
  • Resultado: abrimos nuestra mente.

Nivel 3

  • Predomina: la empatía y la inteligencia emocional.
  • Resultado: logramos ponernos en el lugar del otro.

Nivel 4

  • Predomina: la inteligencia emocional más profunda.
  • Resultado: somos capaces de ver posibilidades futuras. Empatizamos al máximo. Sentimos lo que el otro siente.

Los 10 pasos para llegar al tercer y cuarto nivel

Encontrarse entre el nivel 3 y 4 es lo ideal, ya sea como director o directora de una organización, o como persona. “Reaprender” a escuchar es necesario hoy en día para la sociedad.

  1. Nada de juzgar o etiquetar. Si tienes una idea preconcebida de una persona que no conoces lo suficiente, todo lo que ella comparta contigo será en vano. Indaga en su vida, pregúntate porqué es así, escucha sus experiencias, y poco a poco saldrás del nivel 1.
  2. Tener la razón no es lo más importante. No siempre la tenemos, y no pasa nada. Es más, no es necesario tener una opinión fija sobre absolutamente todo. A veces se pueden tener varias concepciones sobre un tema, dependiendo de diferentes puntos de vista. Si aceptas esto, estarás empatizando, y te darás cuenta de que no solo tu perspectiva es la válida: hay un mundo de posibilidades.
  3. Ponte en el lugar del otro. Si reconoces que no solo tu opinión es la válida, lograrás empatizar con la otra parte. Cada persona vive una situación y, como resultado de sus experiencias, se ha creado un mapa propio del mundo. Intenta verlo desde sus ojos: esto te enseñará más que cualquier libro.
  4. Hazle saber a la otra persona que la estás escuchando. Y no hace falta que sea con palabras. Míralo a los ojos, resume lo que te dice, cuéntale como lo ves desde tu mapa, y céntrate en el momento de la conversación. Hoy en día mantener un diálogo y sentirse escuchado es una terapia de las que ya no quedan.
  5. Conecta con las emociones de la otra persona. Haz un esfuerzo por sentir lo que él o ella ha sentido, y hazle saber que comprendes la situación o que al menos te esfuerzas por ello.
  6. Olvida el mundo y céntrate en el momento. A veces es difícil (pero no imposible) hablar con una persona y no pensar en qué vas a hacer después, cuál va a ser tu respuesta, si tus gestos están siendo correctos… Olvida esos pensamientos, reconócelos y elimínalos. Pon atención únicamente en la escucha.
  7. Activa todos tus sentidos. Los gestos, la mirada, el tono de voz, la velocidad y el ritmo de sus palabras, su rostro, su respiración… Siempre se puede aprender a reconocer cuáles son las señales no verbales que nos está dando la otra parte. Esto aporta muchísima información que sería pecado perder. Practica en cualquier lugar. Cuando estés en el tren, esperando en el médico… En lugar de revisar por quinta vez en 5 minutos tu correo electrónico, levanta la mirada e intenta registrar la cantidad de mensajes no verbales que hay a tu alrededor.
  8. Pregunta. Parece fácil, ¿verdad? Pues es una de las cosas más importantes para llegar al cuarto nivel. Más allá del “Cómo, dónde y por qué”, cuestiona cosas que realmente aporten algo, tanto a la otra persona como a ti mismo.
  9. Atiende también al silencio. No interrumpas y no esperes tu turno para hablar. Si la otra persona se siente escuchada, también querrá escucharte a ti. Además, la aportación que puedas hacer a la conversación sin haber escuchado previamente, no podrá ir más allá de los prejuicios que tenías cuando te encontrabas en el ya lejano nivel 1.
  10. Practica. Entrena con tus hijos, con tu pareja, con tu madre, con tu vecino… Pero entrena. Todo hábito que se quiera adquirir se debe practicar de manera consciente. Además, verás que las personas de tu alrededor se sienten agradecidas por tu implicación.

Para desarrollar nuestras capacidades, tanto para comunicar como para escuchar, es muy útil que profesionales del sector nos ayuden a aprender a escuchar. Por ello, en ASConsulting ponemos a tu disposición una oferta formativa entre la que se encuentra la mejora de las relaciones sociales y comunicativas. Descubre más.

Fuente: https://insidecoaching.blogspot.com/2011/05/10-pasos-para-escuchar-un-nuevo-mundo.html