¿Te han dicho alguna vez que emprender es fácil? Te han mentido.
Comenzar una Start Up es difícil. Muy difícil. Aunque tengas un margen de error, los problemas siempre serán mayores que los esperados. Por ello, para ser emprendedor tienes que tener una serie de cualidades que son realmente necesarias para no caer por el camino.
Como ya hemos comentado en algún que otro post, los números están bien. La ciencia está bien. Las teorías económicas y los planes de negocio están bien. Pero todos somos personas, por encima de emprendedores, empresarios y negociadores. Por ese motivo, cuando abres tu propia empresa surgen una serie de sentimientos como consecuencia de los problemas o incluso del éxito que tienes que aprender a gestionar:
Subjetivismo
Este será el punto crucial. Ser optimista es necesario, creer en tu idea es necesario. Pero ver la realidad tal cual, es más necesario todavía.
Cuando te ciegas pensando que tu idea es la única y la mejor, pierdes la perspectiva de todo. Pero tampoco puedes verlo todo gris o negro. Será vital que logres ver todo de una manera objetiva sin perder la pasión y las ganas, y si surge un contratiempo, trabajar para buscar soluciones sin hundirte.
Frustración
Cuando los números no salen, cuando la gente no cree en ti, cuando se anteponen dificultades muchas veces venidas por la burocracia. Cuando todo eso ocurre, es casi inevitable tener un sentimiento de frustración.
Si lo prevés y trabajas para evitarlo, te ahorrarás muchas situaciones desagradables. Sentirse frustrado es normal, pero se puede evitar conociendo otros casos, entrando en foros, aprendiendo que lo lógico es caerse antes de triunfar.
Estrés
El famoso malestar que sufre la mayoría de la población española. Todos nos hemos sentido estresados alguna vez en nuestra vida.
El peor error que puedes cometer, es creer que toda la culpa la tiene el exterior. El entorno influye, sí. Pero una persona en una isla desierta puede sentir estrés por sentimientos internos. Para que no aparezca o para eliminarlo, hay que trabajar la propia mente y sobre todo, detectar qué tenemos que cambiar de nosotros mismos. El deporte, la vida sana, sacar un rato para ti, apartar el móvil cuando estás con tu familia… Son tópicos que realmente ayudan, al menos, a que tu trabajo no se convierta en un calvario.
Bloqueo
Como hemos mencionado, hay muchos problemas que aparecerán y muchos escenarios que no te esperabas. Y por eso, ser resolutivo es un punto clave.
Saber cómo enfrentarte a los conflictos es uno de los aspectos clave a la hora de emprender e incluso de negociar. En los cursos y talleres de negociación aprendes sobre cómo gestionarlos y cómo reaccionar ante situaciones que te pueden llevar al límite.
Miedo
Comenzar algo nuevo siempre da un poco de miedo, pero esta emoción también hay que aprender a gestionarla. En línea con la objetividad de la que hablábamos en el primer punto, ser realista y ver el entorno con la perspectiva correcta te ayudará a evitar que tu aventura te dé vértigo.
Un plan de acción y un plan de negocio bien definidos, donde también se tenga en cuenta la resolución de conflictos y los márgenes de errores, te ayudará a no tener miedo. Por cada posible problema que pueda presentarse, define dos o tres soluciones. Así tendrás menos posibilidades de dejarte llevar por los sentimientos negativos del momento.
Contar con un gestor de confianza es clave
Para que estas emociones no saboteen tu Start Up, tienes que contar con una persona que te ayude a ver las situaciones con perspectiva, a no caer en el miedo ni en el negativismo de la sociedad. En ASConsulting, contamos con un equipo con una amplia experiencia que te ayudará no sólo a cumplir con la ley o a tener todos los documentos en regla: aprenderás a gestionar tus emociones, a comunicar mejor, a ser un gran negociador y, sobre todo, a no dejar que el pesimismo sea quien lleve el timón.