La mayoría de las compañías consideran que medir la calidad de las relaciones humanas, en su entorno de trabajo, hoy en día es de suma importancia. De esta manera, con datos y estadísticas reales, se pueden tomar decisiones basadas en la evidencia sobre los equipos de trabajo.

Un ejemplo de ello es el proyecto de Google «Oxygen», que reveló al mundo las metodologías utilizadas por sus directivos y que son muy efectivas.

Como estamos viendo en este entorno cambiante, la tendencia de estudio se centra cada vez más en las relaciones interpersonales, pues la calidad del grupo influye en gran medida a la hora de trabajar por unos objetivos comunes (o no).

Al estudio de ello se le conoce como «Analítica Relacional«, que se encarga de detectar a las personas con dotes interpersonales que impulsan a alcanzar las metas propias y ajenas.

A nivel individual se estudia a los empleados y empleadas desde dos visiones: rasgos y estado. Los rasgos son todo aquello que no pueden cambiar. El estado, por el contrario, son aspectos que sí cambian de sí mismos.

Este estudio se considera necesario pero no es suficiente y por ello se han establecido una serie de claves para conocer el desempeño de cada persona a la hora de trabajar de manera conjunta:

  1. Ideación: las buenas ideas son tesoros a cuidar, y los generadores de estas deben ser detectados por la compañía para proporcionar herramientas. Además, son buenos comunicadores y saben cómo sintetizar información para trasladársela a otros.
  2. Influencia: realmente necesaria para convencer y trasladar ideas.
  3. Eficiencia: para conocer si un grupo va a ser eficiente o no se necesita estudiar su manera de trabajar, sus conexiones… Y aquí entra la analítica relacional. No es suficiente con tener a los mejores, si no que ese equipo de trabajo se encuentre en perfecta sinergia.
  4. Innovación: para que un equipo sea eficiente en la búsqueda de soluciones e ideas innovadoras, debe haber diferencias entre los miembros de éste (sin dejar de lado las conexiones que hacen que sea un equipo eficiente).
  5. «Reinos de Taifas»: es necesario (e inevitable) que se creen relaciones entre equipos donde un miembro mantiene más comunicación que el resto.
  6. Vulnerabilidad: nos indica qué profesionales son imprescindibles y no podemos permitirnos perder.